Se escondía del mundo, de las personas, de la vida.
Nunca hizo caso de lo que los demás le decían.
Quería ser ella, sólo ella. Sin ayuda, sin nadie.
Un día cayó, y al levantarse vio que alguien se le acercaba.
Pensó que debía huír, como de costumbre,pero no lo hizo.
Su cuerpo se paralizó.Entonces, escuchó por primera vez.
Aquel que había surgido de la nada le habló.
- Caes y vuelves a caer por encerrarte en tu llanto.
Ríe, pequeña. Ríe hasta que no puedas más.
Nunca calles tus carcajadas.Llora siempre que puedas,
siempre que sea de risa.Piensa que todo lo que te rodea,
será de colores si tu quieres que lo sea.
Y si alguna vez algo sale mal,no te hundas, no te enfades.
Ríe aún más fuerte,hasta que pierdas la voz.
Sigue tu camino,intenta no caer,y que la risa nunca, nunca te falte.
Así lo hizo. Rió y rió,sin esconderse de nadie,
mostrando su sonrisa al mundo.
Porque hay días,en los que intentamos ver el mundo a todo color;
lo consigamos o no.
(ESTE TEXTO NO ES MIO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario