Te alejas entre las penumbras de los árboles desnudos,que perdieron sus hojas en octubre,
cuando decidistes irte sin decirme adios ni darme una sola explicación
y me quede como una boba;
apollada en ese sauze lloron que parecia cantarme nuestra canción,
mientras tu,seguias desapareciendo lentamente ante mis ojos llorosos.
Quería echar a correr detrás tuya,pero mis pies no se movian estaban quietos,
fundiendóse con las raices del suelo...
Seguía anocheciendo y la luna no iba a esperar mas a su encuentro con el cielo,
que la regalaba hermosas estrellas en todos sus encuentros.
Tu solias decirme que un día,bajarias las estrellas envueltas en mil besos
pero solo eran palabras que ahora se llevaba el viento.Ellas ya tenian dueño,
y tu,como siempre,solo hacias falsas promesas que nunca podrias cumplir
y que yo creía con devoción.
Nunca te pedi que me ragalaras el cielo para mí,ni siquiera dibujado en un papel,
aunque eso me hubiera gustado mucho;y al menos habrias cumplido
una de tantas cosas que prometias hacer por mí.
La oscuridad me avisó de que ya no estabas allí,pero aún así me quede ahí,
cabizbaja,sintiendo como el frío se calaba por mis huesos mientras las horas pasaban.
Eran las 4:00 de la madrugada,tendría que haber vuelto ya a mi casa,pero me quedé ahí..
escuchando esa canción que me dedicaba el árbol para mí.
Al día siguiente mi perro se abalanzó sobre mí,lamiendome toda la cara..eso me encantaba.
y mi madre no hacia mas que regañarme por haberme quedado esa noche allí por tí,
no hacia mas que repetirmelo una y otra vez,hasta que me dijo adiós envuelta de dolor
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